Francesco Totti

es la personificación italiana del fútbol, un fiel, un icono y un TENLEGÉNICO. Totti se crió en el barrio romano de Porta Metronia. Entró en el equipo juvenil del AS Roma en 1989, a los 13 años, y nunca dejó el club. 

En mayo de 1993, debutó en la Liga mayor con 16 años, y jugó con los "Giallorossi" (en italiano, Yellow-Reds, por los colores del club) durante 25 temporadas, 786 partidos y 307 goles. Si la Roma es la Ciudad Eterna, Totti es el hijo predilecto de la Roma, y es un fijo en el fútbol italiano desde que fue nombrado capitán en 1998, con sólo 22 años.

El juego bonito

A medida que el fútbol moderno se convierte cada vez más en una estadística, centrada en que los jugadores se definan por el número de trofeos que han ganado, un hombre se opone a la tendencia. Su palmarés puede parecer un poco escaso en comparación con el de otros, pero pocos pueden igualar la influencia y la importancia que Francesco Totti tuvo en el deporte rey, especialmente en Italia. Su compatriota Roberto Baggio lo ha descrito como "uno de los últimos verdaderos números 10". Es simplemente "el Dios del fútbol", según la leyenda italiana Sandro Mazzola.

En sus propias palabras: "Ganar una liga en el Roma para mí vale lo mismo que ganar 10 en el Juventus o el Real Madrid". Habiendo llamado la atención de los que buscan el talento en la infancia, el romano apenas había entrado en la adolescencia antes de captar la atención nacional con un lanzamiento para el Roma a la tierna edad de 16 años. Lanzado por el entrenador Vujadin Boskov en un viaje a Brescia el 28 de marzo de 1993, Totti inmediatamente suscitó comparaciones con el icono de la Lupi, Amedeo Amadei, que había debutado en el club con 15 años en 1937.

Totti fue el segundo en número de partidos (615) en la Serie A, después de Paolo Maldini, del AC Milan, y antes de Gigi Buffon, del Juventus. También marcó la tercera cifra más alta de la historia del fútbol italiano en cuanto a número de partidos jugados con el mismo equipo (786), de nuevo tras Paolo Maldini (902 partidos) y Javier Zanetti, del Inter-Milán (858).

"Nos gustaba el jugador y nos hubiera gustado incluirlo en nuestros planes, pero cuando expresamos nuestro interés, enseguida quedó claro que Totti no quería dejar la Roma", dijo Ferguson, entrenador del Manchester United en aquella época. El legendario entrenador Claudio Ranieri dijo que Totti era "...tan importante como el Coliseo para la Roma".

AS ROMA

En su larga carrera en el club, ayudó al AS Roma a ganar un título de la Serie A italiana, dos títulos de la Coppa Italia y dos de la Supercoppa Italiana. Se retiró a los 40 años, poniendo fin a sus 25 largas temporadas en el AS Roma. Francesco Totti sigue siendo el indiscutible "Rey de la Roma" en los corazones de su gente.

El día que los aficionados de la Roma creían inimaginable, en el crucial choque de la última jornada contra el Génova, resultó ser más una fiesta que un partido de fútbol. Las entradas se agotaron y los aficionados acudieron en masa para ver por última vez al hombre que había llegado a personificar al Roma y a definir a una generación. El jugador de 40 años jugó 40 minutos y ayudó a los giallorossi a conseguir una victoria por 3-2 en los últimos minutos, antes de dar una emotiva vuelta de honor alrededor de un estadio que había hecho suyo durante mucho tiempo y ante una afición que lo había adorado durante más de dos décadas. 

Para Totti, el fútbol nunca ha sido únicamente una cuestión de premios o medallas. Pocos jugadores alcanzan el estatus de icono y son tan adorados por su propia gente como para convertirse en sinónimo de su club. Sin embargo, ese es el estatus que alcanzó Francesco Totti. "No puedo decir lo mucho que estos colores significaron, significan y significarán siempre para mí", Totti. 

Se definió como "afortunado por haber vestido sólo una camiseta", y calificó de fundamental el vínculo imperecedero con su equipo y su ciudad. "Siento que mi amor por el fútbol nunca se desvanece", dijo Totti. "Es una pasión, mi pasión. Es tan profunda que no puedo imaginarme no alimentarla nunca más. Nunca".

Aunque ya no sea el "Golden Boy" de la Roma, sigue siendo el "Rey de la Roma". Como la Curva Sud sigue proclamando a gritos, "¡c'è solo un capitano!".

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