ZICO - EL ALMA DEL FÚTBOL BRASILEÑO

Arthur Antunes Coimbra, también conocido como "Zico", se encuentra en lo más alto de nuestra lista de TENLEGEND de todos los tiempos. Nacido el 3 de marzo de 1953 en Río de Janeiro, Zico fue llamado originalmente "Arthurzico'' por su familia, que luego se acortó a Zico. El comentarista radiofónico brasileño Waldir Amaral le puso su segundo apodo, O'Galinho (el pequeño gallo), inspirado en el desafiante peinado que Zico llevaba en sus primeros años.Zico no fue el primero, ni el segundo, sino el tercer jugador profesional de su familia.

Su camino para convertirse en una leyenda sobre el terreno de juego comenzó en el año 1971, cuando inició su carrera en el Flamengo. Centrocampista ofensivo por naturaleza, Zico está considerado como uno de los más precisos rematadores y mejores pasadores de la historia, y uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Conocido como el "Pelé blanco", Zico era un futbolista predominantemente diestro, dotado de una gran habilidad.
La principal diferencia era que era mucho más directo y atacaba a un ritmo más sostenido que su legendario predecesor con el número 10 amarillo. Era un gran pasador, un líder de equipo y era conocido por su visión extrasensorial en el campo. Zico también era ambidiestro con los pies y ejecutaba los tiros libres con precisión.
Fue clave para que el Flamengo ganara cuatro títulos nacionales (1980, 1982, 1983 y 1987). En el campo, Zico marcaba goles de todas las formas imaginables, con una creatividad que rivaliza con la de muchos.

A los 30 años, la Serie A se hizo finalmente con un hombre que había codiciado durante casi una década. Su avanzada edad hizo que los pesos pesados de Milán, Turín y Roma dudaran en realizar una fuerte inversión para hacerse con sus servicios. El AC Milan y el Roma, en particular, hicieron serios intentos previos para ficharlo, pero fue el equipo menor del Udinese el que cumplió con todas las exigencias requeridas para hacerse con su firma.

Zico aportó al Udinese dos años de gran contribución, dejando una huella permanente, entre 1983 y 1985. El club italiano tiene incluso un grupo de seguidores que lleva su nombre y que lleva una pancarta con el nombre del brasileño a todos los partidos de casa y de fuera. Zico marcó 59 goles en 73 partidos con el club italiano. El cambio desde el Flamengo fue perfecto, pero los éxitos de Zico en el Udinese fueron personales.

Luego regresó al Flamengo y siguió jugando hasta 1989. En 212 partidos, consiguió marcar 123 goles con el Flamengo. Mientras que las épocas de España 82 y México 86 de la selección brasileña son consideradas como los últimos coletazos del estilo de samba, dirigido por el audaz brillo de Telê Santana, Zico estaba vagamente en desacuerdo con el juego lento que dirigía en el campo el difunto y gran Sócrates.

Según la historia del club Kashima Antler, "en mayo de 1991, tres meses después de que se confirmara la participación en la primera liga profesional de Japón, "Dios" Zico llegó a Kashima. Desde entonces, el Kashima Antlers ha caminado junto a 'Dios'. No sólo lideró al equipo en el terreno de juego como jugador, sino que también explicó con pasión las cosas que requiere un club de fútbol profesional, lo que llevó al Vicepresidente Ejecutivo y Director Deportivo Mitsuru Suzuki a decir: "Todavía recuerdo esas cosas ahora, nada ha cambiado". Zico se retiró como jugador tras las Series Suntory de 1994 y regresó a Brasil".

Aunque nunca ganó un Mundial, Zico siempre aparece en las listas de leyendas del fútbol de todos los tiempos. En el año 2000, sólo quedó por detrás de Pelé y Garrincha entre los brasileños en la votación del "Jugador del Siglo" de la FIFA. Zico sigue influyendo en el juego y en el público hasta el día de hoy. Su carisma dentro y fuera del campo le ha reportado el cariño de los aficionados brasileños, pero también de todo el mundo.

La suya es una carrera de gran talento individual, acompañada de éxitos colectivos durante su etapa en el Flamengo, pero compensada por las frustraciones de lo que podría haber sido -quizá lo que debería haber sido- con la camiseta amarilla de Brasil. Junto con Lionel Messi, Johan Cruyff y Ferenc Puskás, Zico convive con los mejores jugadores a los que se les ha negado una medalla de campeón del mundo. Incluso después de retirarse, en 1994, Zico (siempre bondadoso y dispuesto a un desafío) recibió una invitación para jugar al fútbol playa y, al marcar 12 goles, ayudó a su equipo a ganar la Copa Mundial de Fútbol Playa 1995.

Tras su retirada, regresó al Kashima Antlers como asesor técnico y, después, dirigió a muchos otros equipos, como el FC Goa y la selección nacional de fútbol de Japón, volviendo a los Antlers una vez más en 2018. Zico es, sin duda, un hombre de clase total y siempre demuestra un sentido de la humildad casi tangible. Tenemos mucha suerte de ser testigos del jugador, y del propio hombre. Tenemos el máximo respeto por Zico, una leyenda del fútbol.

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