Luka Modric - Una clase aparte
En una época que ha estado dominada por el duelo entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, siempre es refrescante ver a otro jugador ganar uno de los mayores premios personales del juego, y en 2018, esos elogios le correspondieron a Luka Modric.
Ese año, el diminuto croata llevó a su equipo a la final de la Copa del Mundo. Aunque finalmente fueron derrotados por Francia, los esfuerzos del jugador del Real Madrid no pasaron desapercibidos para la fraternidad mundial del fútbol. En una temporada en la que Croacia estuvo a punto de dominar el mundo y el Real Madrid continuó con su dominio de la Liga de Campeones, no es de extrañar que Modric fuera el eje de ambos conjuntos repletos de estrellas.
Gracias a su impresionante actuación durante la campaña 2017/18, sus excelentes actuaciones tanto con su club como con la selección le permitieron a Modric ganar una serie de premios personales. Aunque se sintió decepcionado por no haber ayudado a Croacia a conquistar la primera Copa del Mundo de su historia, el golpe se suavizó con la obtención del Balón de Oro de la FIFA, un galardón que premia al mejor jugador del torneo.
Meses más tarde, Modric sería premiado por sus actuaciones en la Liga de Campeones, ya que el centrocampista fue nombrado Jugador del Año de la UEFA y Mejor Jugador Masculino de la FIFA en 2018. Si el ahora futbolista de 35 años era considerado un talento especial, su rendimiento en 2018 le llevó a ser etiquetado como un centrocampista completo. Aunque puede funcionar bien en el papel de número 10, sus capacidades defensivas añaden otra cuerda a su ya muy hábil arco.
Esta capacidad de dominar en multitud de funciones centrales hace que actúe como pivote del Real Madrid o de Croacia. Al controlar el juego con un ritmo casi metronómico, puede permitir que sus compañeros brillen. Esto no quiere decir que Modric esté infravalorado, ni mucho menos. Si se tiene en cuenta que está en su novena temporada en la capital de España, sólo se pone de manifiesto la importancia que ha adquirido para el éxito del equipo.
Aunque es el Madrid el que le ha dado la oportunidad de brillar, es justo decir que la Premier League fue el lugar donde se curtió. Aunque tardó en acomodarse a los colores del Tottenham, su marcha se sigue sintiendo ahora en el norte de Londres.
Tras su traslado desde su país, Modric fue colocado por el entonces entrenador del Tottenham, Harry Redknapp, en una inusual posición de lateral izquierdo. No jugar en una posición central tenía poco sentido a primera vista. Sin embargo, a la larga, le vino mejor al jugador. Porque si se le hubiera metido en el ajetreo de un partido de la Premier League, habría tenido que hacer una transición mucho más rápida en el centro del campo y eso podría haber sido abrumador al principio.
Por lo tanto, al desplegar su pequeña estatura por la banda, el ex jugador del Tottenham tuvo la oportunidad de encontrar su sitio en una liga mucho más competitiva y, una vez adaptado, pudo ocupar el puesto que le correspondía con relativa facilidad. Un plan que, a la postre, resultó beneficioso para el Tottenham, ya que el croata desempeñó un papel fundamental en la escalada de los londinenses en la Premier League, y que acabaría llevando al club a la Liga de Campeones.
Su participación en el ascenso del Tottenham fue lo que le puso en el punto de mira del departamento de ojeadores del Real Madrid. Cuando el Real Madrid quiere añadir otro galáctico a su colección, al final siempre consigue a su hombre.
Tras cambiar White Hart Lane por el Santiago Bernabéu, Modric alcanzó otro escalón que ni él ni nadie sabía que tenía. Tras aclimatarse a la vida en la Liga, la transformación en icono del centro del campo no tardó en completarse.
Como todos los grandes que están en activo, su tiempo no será eterno. Dicho esto, qué carrera ha sido. Estos hombres lo dan todo. Al final, están construyendo un legado del que todos hemos disfrutado una parte, y esto es lo que les convierte en leyendas.
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