A veces los relámpagos caen en un destello de brillantez, dejando una marca en un momento que los espectadores nunca olvidan. Si tenemos suerte, podemos ser testigos de esos destellos en iconos que se convierten en leyendas, como James Dean. Aunque sólo vivió hasta los 24 años, su tardía grandeza resuena hoy en día en el que sería su 91º año de vida.

El legado de Dean es la personificación de vivir rápido y morir joven. Fue un actor, una persona influyente y un inesperado símbolo de la moda que marcó a la juventud de los años 50. En TENLEGEND®, nos gusta dedicar tiempo a honrar a quienes han cambiado el paradigma y han dejado una huella duradera en el mundo, de la manera que sea única para ellos.

Aquí exploramos todo lo que hay que saber sobre la truncada e ilustre vida de James Dean.
"Si no tienes miedo, si tomas todo lo que eres, todo lo que vale la pena en ti, y lo diriges hacia un objetivo, una marca final, tienes que llegar allí". ~ James Dean

Carrera desde el principio

Nacido como James Byron Dean el 8 de febrero de 1931 en una granja de Indiana, la futura estrella se aficionó rápidamente a las artes. Bailó claqué, tocó el violín e incluso probó con la cerámica. A pesar de todas las artes y oficios que tenía a su disposición, su mirada estaba puesta en convertirse en actor.

A los nueve años, sus sueños de actor parecían estar al alcance de la mano cuando su familia se trasladó a California. Mientras empezaba a empaparse del sol de la costa oeste, su mundo se oscureció cuando su madre murió de cáncer ese mismo año. Poco después, su padre le envió a vivir a un hogar cuáquero con sus tíos en Indiana, donde se pasaba los días sintonizando el sonido de la radio.

Sin embargo, el gusanillo de la actuación no tardó demasiado en volver a entrar en su grupo de teatro en el instituto. Aunque actuar en obras de teatro le picaba el gusanillo, no se comparaba con su nueva afición: las carreras. Dean era un apasionado de las motocicletas incluso antes de poder conducir legalmente, y le contaba a todo el mundo su propensión a los paseos rápidos.

La gran manzana, la gran estrella

California llamó a Dean una vez que se graduó en el instituto. Se mudó con su padre y cursó estudios de derecho en el Santa Monica College de California, aunque no le interesaba en absoluto. Su padre le instó a que estableciera una trayectoria profesional estable, pero él estaba cegado por las estrellas de los estudios cercanos de Hollywood.

Aunque Dean empezó a alinear sus estudios con su verdadera pasión tomando clases de interpretación en la UCLA, se vio arrastrado en dirección al otro lado del país: la Costa Este. La ciudad que nunca duerme" despertó el deseo de Dean de probar suerte en Broadway, y finalmente se dirigió a la escuela de interpretación más renombrada de su época: El "Actor's Studio" de Lee Strasberg.

A Dean la vida de actor le pareció menos brillante de lo que había imaginado, pero consiguió suficientes actuaciones en televisión y teatro para pagar las facturas y mantener viva su pasión.

Más información: Los 3 momentos más icónicos de la historia de las camisas de vestir

Un papel que cambia el juego

Tal vez la mudanza al este fue una intervención cósmica, porque Dean consiguió un papel en la película Al este del Edén que le cambió la vida poco después de llegar a Nueva York. Hay quien dice que la suerte y el destino jugaron a favor de Dean cuando el director ganador del Oscar, Elia Kazan, apostó por el joven actor.

Bajo presión, Dean cumplió. Retratando a un joven angustiado que navega entre las fricciones familiares y las reglas de la sociedad, se ganó una nominación al Oscar por su primer largometraje.

Un rebelde se convierte en leyenda

Después de Al este del Edén, Dean parecía estar en plena carrera por las filas de Hollywood con su gran éxito Rebelde sin causa y su última película, Gigante.

En Rebelde sin causa, Dean se convirtió en un icono de la moda, personificando el significado de "cool". Su clásica camiseta blanca y sus vaqueros azules, acompañados de un cortavientos rojo, consolidaron su estilo y se convirtieron en un icono al que aspiraban todos los jóvenes de Estados Unidos (y más allá). Se ha dicho que su vestuario en esa película compite con la chaqueta de cuero de Indiana Jones y el elegante esmoquin de James Bond en términos de trajes cinematográficos legendarios.

Incluso su camisa abotonada en Al este del Edén llamó la atención del público, y no te culparíamos si quisieras recrearla con The Cambridge. No podemos decir de qué marca era la que lucía en la película, pero nuestra camisa destaca sin duda entre la multitud por su tacto, sensación, ajuste y acabados increíblemente lujosos.

Con la misma rapidez con la que se elevó la estrella de Dean, ésta se apagó cuando falleció en un trágico accidente en 1955, antes de poder ver el éxito de sus siguientes películas. Conduciendo a más de 65 mph, Dean chocó con otro conductor, quitándole la vida a la joven edad de 24 años. Tras su muerte, el prometedor Paul Newman se hizo cargo de sus papeles programados, un actor que también dejaría su propia huella indeleble en el mundo del cine.

En la actual Indiana, hay un pequeño museo que recuerda la corta pero poderosa carrera de James Dean. Incluso el cruce en el que le quitaron la vida ha sido bautizado en su honor. La gente sigue viajando para depositar flores en el James Dean Memorial Junction 67 años después.

Lo que nos gusta de James Dean es su persistencia, su valor, su estilo y su confianza. Él personifica lo que significa convertirse en un rebelde por derecho propio. Únase a nosotros para celebrar los movimientos audaces y la convicción en las pasiones que nos impulsan.

Sé un TENLEGEND®.