LOS 10 MEJORES RECUERDOS DE LA COPA DEL MUNDO DE TODOS LOS TIEMPOS - NÚMERO 7 - EL REGRESO DE ROSSI
No hay una historia más notable en la historia de los Mundiales que la de Paolo Rossi. A finales de la década de 1970, Rossi era considerado uno de los mejores delanteros del mundo. Sin embargo, en 1980 se vio envuelto en uno de los mayores escándalos de la historia del fútbol hasta la fecha.
Rossi fue expulsado del fútbol durante dos años por su participación en un escándalo de amaño de partidos, cuando estaba en el Perugia. Todo el mundo pensó que ese sería el fin de Rossi, que estaba acabado. El mundo del fútbol se quedó atónito cuando el seleccionador italiano, Enzo Bearzot, lo incluyó en la lista de Italia para el Mundial de 1982, apenas unos días después de que terminara su sanción.
Rossi comenzó el torneo en muy baja forma, ya que sus habilidades estaban muy oxidadas. No marcó en ninguno de los tres primeros partidos de Italia, que apenas pasó a la segunda ronda. La presión sobre Bearzot era increíble, ya que la gente estaba furiosa por haber elegido a Rossi.
En el siguiente partido, Italia tuvo una buena actuación y ganó a Argentina. Sin embargo, en su último partido de la segunda ronda, tendría que vencer a Brasil, que era el mejor equipo del mundo. En ese momento, el destino de Rossi y de la selección italiana cambiaría.
Rossi protagonizó una de las actuaciones más memorables de la historia de los Mundiales. Él solo ganó el partido para Italia, al marcar un triplete en la victoria por 3-2. Una actuación para el recuerdo.
Rossi se empeñó en demostrar que no era algo puntual y continuó con su brillante juego durante el resto del torneo. Marcó dos goles en las semifinales y uno en la final para terminar como ganador de la Bota de Oro con seis. Italia también ganaría su tercera Copa del Mundo, y no se discute quién fue el héroe.
El Mundial de 1982 dio un giro a la vida de Rossi. Después de la Copa Mundial de 1982, Rossi dio un giro a su vida. Rossi se convirtió en una gran estrella después del Mundial, y todos los italianos olvidaron su papel en el escándalo.
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