El fútbol nunca morirá

La comunidad futbolística acaba de vivir unos días surrealistas... Es cierto que el proyecto de la Superliga se viene gestando desde hace un año, pero el anuncio oficial de esta semana ha conmocionado al mundo. 

Los seis clubes ingleses abandonaron torpemente la recién creada Superliga Europea el martes de esta semana, implosionando el proyecto no convencional con sus homólogos españoles e italianos en las 48 horas siguientes al anuncio. El Chelsea y el Manchester City fueron los primeros en dar a conocer su postura y les siguieron el Liverpool, el Manchester United, el Arsenal y el Tottenham. Los hinchas dejaron claro su sentir sobre el asunto, exponiendo con pasión sus argumentos. Lo que estas protestas demostraron claramente es que el fútbol pertenece a los futbolistas y a los aficionados. 

Este proyecto fue manejado de una manera tan abismal que provocó inmediatas y apasionadas protestas de disgusto y consternación. El desarrollo de los acontecimientos tras la noticia del lunes demuestra la diferencia entre el fútbol y otros deportes, sobre todo en comparación con los de EE.UU. El factor diferenciador es la pasión y la convicción de los aficionados. Los planes de la Superliga fueron recibidos con condena por parte de otros clubes, jugadores, órganos de gobierno, políticos y, sobre todo, aficionados. 

LA UEFA Y LA SUPERLIGA

El malestar estalló al aire libre en las calles del suroeste de Londres, donde los seguidores del Chelsea se reunieron el martes por la noche para protestar contra su propio club y su decisión de desertar de la UEFA. La conmoción se hizo sentir en todo el Reino Unido con la dimisión del vicepresidente ejecutivo del Manchester United, Ed Woodward, debido a su papel de liderazgo al poner al Man U sobre la mesa como equipo fundador de esta recién concebida liga. 

No estamos en el negocio de ser políticos, ni estamos tomando una posición contra el capitalismo o la libre empresa, pero el fútbol es fútbol. El deporte rey pertenece a sus ciudades, a sus jugadores y a sus aficionados, con una larga historia basada en la tradición. Está destinado a ser pura pasión no adulterada. 

El fútbol no es, ni será nunca, la NFL o la MLB. Fuera de Estados Unidos, el fútbol NO tiene equipos itinerantes. NO requiere que te gastes 5.000 dólares al año para que tu hijo de 7 años juegue. Es un deporte de todos y pertenece al pueblo, desde las grandes ciudades hasta los pueblos y las pequeñas localidades. Esta es la esencia del fútbol.

Quizá los propietarios estadounidenses no acudan a los partidos durante mucho tiempo. Al otro lado del Atlántico, no es un gran problema para ellos. Pero el tsunami emocional que primero llegó a las redes sociales y luego a las calles de Londres, y con la creciente presión a su alrededor, esta "gran idea" seguramente no llegará a buen puerto. Los propietarios de los seis clubes ingleses implicados en la Superliga Europea deben "...pedir perdón", afirma el ex defensa del Liverpool Stephen Warnock.

"Dadas las circunstancias actuales", dijo la Superliga en un comunicado, "reconsideraremos los pasos más apropiados para reconfigurar el proyecto, siempre teniendo en cuenta nuestros objetivos de ofrecer a los aficionados la mejor experiencia posible, al tiempo que mejoramos los pagos solidarios para toda la comunidad futbolística."

Los clubes más importantes de EL deporte más importante del mundo presentaron a su patria europea una propuesta de sistema de liga al estilo norteamericano, y el continente perdió rápidamente la cabeza. Aficionados, líderes políticos, ex jugadores... todos se lanzaron a las barricadas para defender su amor.

La arrogancia despiadada que se exhibe aquí no es bienvenida en ningún lugar del fútbol. Nunca será aceptada. En una época en la que los aficionados están hambrientos de la emoción de asistir a un partido en directo o de unirse a sus compañeros en el pub estallando en vítores y lágrimas, jugada tras jugada, esta medida no fue menos que un puñetazo a una afición con más pasión que la observada en cualquier otro deporte. 

En un documento filtrado de planificación de la Superliga, los aficionados locales habían sido desestimados como "aficionados de legado", con los bolsillos dirigidos a los aficionados digitales y globales. La victoria del fútbol el martes fue un raro triunfo del legado. Fue un ejemplo conmovedor del poder de los aficionados al deporte que se unen con una sola voz. El fútbol necesitaba ser salvado cuando el escurridizo cártel de la Superliga hizo su avance. Y fue salvado: por la gente.

Eric el Rey Cantona lo dijo mejor: "Desde hace un año vemos en la televisión partidos con los mejores clubes del mundo y los mejores jugadores del mundo, y era tan aburrido, y sigue siendo tan aburrido, porque no están los aficionados, los hinchas cantando, saltando, apoyando a sus equipos. Los aficionados son lo más importante en el fútbol. Hay que respetarlos. ¿Han preguntado estos grandes clubes a los aficionados qué opinan de esta idea? No, por desgracia, y es una pena. "

Vive el fútbol. ¡Viva el fútbol!

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